Esta es la forma perfecta de iniciarnos en las manualidades sobre pinturas, ya que es súper económico y si no nos gusta el resultado final pues volvemos pintar encima, además que el espejo tiene un precio de unos dos euros, con lo cual la inversión es mínima.
Lo primero que tenemos que hacer es elegir una imagen que nos guste e imprimirla (para empezar mejor elegir algo sencillo).
Ahora hay que preparar el color base que llevará el espejo, en mi caso lo pinté de blanco ya que antes sólo habían color madera, pero ahora ya los venden con la base blanca, su queréis otro color pues sólo habría que darle una o dos capas de pintura y dejar secar.
Ahora vamos a calcar el dibujo utilizando papel de Calca amarillo, ya que apenas nos manchará la base blanca, para ello pegamos con celo o contra de carrocero nuestra plantilla más el papel de Calca al espejo.
Una vez hecho esto, sólo tenemos que utilizar un rotulador de pintura de punta ancha del color que queramos utilizar, en mi caso plateado (creo que me costó unos cuatro euros) y lo pasamos por todo el trazo amarillo de nuestro dibujo.
Para terminar un acabado bonito y evitar que se nos estropee nuestro cuatro, lo rociamos con barniz en spray.
Una vez seco ( dejar secar un día) podemos colgarlo donde más nos guste.
Espero que os haya gustado...